En una conferencia online que realizó Elizabeth Roudinesco en Buenos Aires, Argentina, y que gracias a su transmisión online pude escuchar desde Caracas, aquí en Venezuela, la psicoanalista e historiadora francesa se refirió al psicoanálisis como una ciencia de la familia. Esa frase tuvo un efecto importante en mí, aliviante diría.
Pensando en esto, en la mente como una construcción cultural que opera con mecanismos muy específicos y singulares a cada sujeto. Pensando en la época y sus actuales formas de organización y funcionamiento, me encuentro esta foto en el The New Yorker para celebrar un día especial en la cultura de los EEUU, país en el que residen una muy significativa cantidad de venezolanos y que seguramente también hoy celebran el día de Acción de Gracias.
La familia, ese grupo que alguna vez se juntó para dar gracias por la cosecha. Para descansar juntos luego de la ardua faena ¿Hacia dónde evolucionó? ¿Cómo es hoy esta especie? Qué los mantiene allí, silla con silla y plato con plato. Qué los lleva a tomar los aviones hasta la mesa grande. Y qué los conduce a tomar los dispositivos alejándoles de allí.
La ilustración trae a la reflexión el tema de los dispositivos, el consumo de pantallas, las nuevas tecnologías. A la dinámica grupal constituida por individuos sujetados, trepados a los links, fluyendo de post en post hasta otros lugares, presencias y afectos que son también lazos. Algo cambió, ¿Hablamos?Amerita una reflexión sobre psicoanálisis, familia y nuevas tecnologías.
Como sugiere el escritor español Jorge Carrión en la red X, que la reflexión valga para navidades y cumpleaños.
