La cuarentena es larga, más de lo que se puede decir.
Cuando pensamos esta extraña experiencia o hablar sobre ella, no sobran las palabras. Pasan los días, vamos del confinamiento más intenso al más holgado, vamos encontrando soluciones para las necesidades y los deseos; y esperar es lo que hay en adelante. En las casas hay gente de todas las edades, unos solos otros no. Todos arrancados de una cadencia que no podía parar, enfermar o fallecer son los límites de la hiperproductividad. En las primeras semanas dejamos que migrara a casa, a ese ritmo veloz, la escuela y el trabajo. Y a esta fábrica imparable se sumaron los variados protocolos de desinfección.
Rato después algo más apareció, el aislamiento hizo de la familia una constelación mucho más grande, recayó sobre ella, en la convivencia, las 8 ó 12 horas que se distribuían fuera de casa durante al menos 5 días a la semana.
Sí, es demasiado. ¿Y será posible estar solos? ¿Cuáles serían los riesgos? ¿Cómo puedo hacerlo?
Estar solos demanda de sí la capacidad de sostenimiento de las emociones, incluso de las más oscuras. Diferenciar en ellas lo que es de la imaginación y lo que es de la realidad. Permitirse la protección, dársela si atraviesa su momento de desvalimiento. Pedir ayuda, recibirla cuando llegue y ofrecerla si ya se siente más fuerte.
Lleve un diario, escribir da cuenta de este tránsito. Es valioso, claro que sí. Está repleto de usted: de sus defensas, estrategias y peculiaridades, las que lleva adelante para lidiar con la realidad o la propia omnipotencia. Si está criando pruebe una rutina para enseñarles a estar solos en calma: una siesta, un tiempo de descanso después de las meriendas. Pueden acordar un tiempo, 30 minutos por ejemplo, y unas actividades: leer, dormir, jugar cartas, meditar. Evite pantallas y dinámicas exigentes, es un momento para Estar no para Hacer. Dígale que usted descansará también, que se verán en un rato. Si hace uso de la fuerza, no podrá lograrlo. Estar con uno es lo que sí pasa en la vida, practiquemos para que salga bien. No te lo pierdas, IlustraciónJulie Liger-Belair #psicoterapia #saludmental #psicoterapiacaracas #psicologiavenezuela #venezolanosporelmundo
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