¿Por cuántos motivos se iría uno de casa? Sin duda para hacer la propia es el motivo fundamental.
Salir de casa para fundar la familia o cursar la vida bajo propósitos definidos por las necesidades del cada quien y muy importante, las de su tiempo. También es posible hacer la mudanza para mejorar algunas condiciones, cercanía al trabajo, a los abuelos, a los servicios de salud, educativos, culturales cosa de optimizar el tiempo.
Y otras veces hacer el cambio pero para salvar la vida. Entonces la elección es bajo la urgencia y a esto se le llama migración forzosa.
Migración forzosa refiere a la partida de un espacio geográfico para eludir condiciones que conducen al sujeto a la marginalización, la exclusión, el empobrecimiento. Hablamos entonces de un acontecimiento altamente traumático por el sufrimiento que está en capacidad de ocasionar en el individuo y a su grupo familiar, migrante o no.
Hacer este tránsito teniendo en la mira una posibilidad, una esperanza, es un hecho pero es más una incertidumbre hasta que se logra habitar el nuevo lugar para disipar desde allí las dudas y resolver las necesidades. Y la pregunta es si sería posible pensar el viaje (e viaje heróico) con los recursos presentes, cosa de mitigar la angustia y hacernos de un poco de bienestar.
Es posible que sí y la verdad que es una pregunta para cada quién, es decir, que gozará de respuestas muy originales y ello es posible bajo una condición muy particular, pensarlo como acontecimiento, el del proyecto migratorio.