El tiempo no se detiene.
Se hacen planes para días de 30 horas, para años de mil días. Se ama por noches interminables. Se temen días inesperados.
Llega el día, la hora también.
Sobre la mano de la nena dos pájaros, se trata de una imagen nítida. No hay movimiento. Está delimitado, delineado. Se puede ver claramente.
Que sobre la cama grande reposa una niña, tan calma como los pájaros.
Esta última es en realidad una frase imposible.
¡Hay más!
Es tanta la calma que ella está por tocarlos, dejar sobre su plumaje un poco de su amor. Porque no basta con la mirada, no basta con la presencia, no basta con el susurro de la respiración.
El deseo quizás tenga este latido. Una fuerza que invoca acercarse, tocarse, cercar. Y al mismo tiempo retiro, seguido por un salto y una pirueta en el aire.
Es todo lo que está por ocurrir durante ese segundo después del click que hizo esta foto.
No encontré el autor de esta fotografía. Gracias!
Lugar de palabra
Lic. Sheyla Mago Naranjo
Consulta Psicoterapia Psicoanalítica
Ccs-Vzla
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